Por lo general, los trabajadores autónomos en España tienen la obligación de abonar IRPF y IVA. Pero también tienen otras responsabilidades, como contribuciones a la seguridad social. Aquí te explicamos estos compromisos fiscales.
Si vives más de 183 días al año en España, eres considerado un residente fiscal, lo que implica el pago de impuestos por los ingresos generados tanto dentro como fuera del país.
Además, todos los autónomos tienen que hacer declaración de impuestos cada trimestre. Esto significa presentar los impuestos apropiados en enero, abril, julio y octubre. Asimismo, el autónomo debe presentar una declaración adicional anualmente.
Los contribuyentes autónomos tienen que presentar los siguientes tributos:

El IRPF se cobra sobre los rendimientos que se producen. El IVA, un adicional del 21%, deberá incluirlo en sus facturas, incrementando el costo de sus servicios o el de los productos. En el caso de ser una compañía, tendrá que abonar el impuesto de sociedades, el cual es una tarifa fija del 25%. Aun así, durante el primer y segundo año de lucro, aquello se reducirá a un 15%.

El IRPF o impuesto sobre la renta

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Trimestralmente, cada autónomo debe calcular los ingresos obtenidos y sustraer todos los costos por sus tareas. Abonará un 20% en base a esa cantidad final o ganancia. No influye el volumen de recaudación que se haya producido o el ámbito de negocio en el que se halle, pagarás ese 20% fijo.
¿Cuándo recibirás la cantidad exagerada que hayas desembolsado o descontarás lo que se pagó en exceso en el trimestre?
Cada año, entre mayo y junio deberás presentar tu declaración de renta en forma anual. Se aplicará entonces el reintego según tu caso a través de este proceso.
Si durante tus declaraciones trimestrales has abonado más de lo presupuestado, entonces recibirás una devolución. Pero si has atenuado menos de lo que debías, entonces debes saldar la diferencia.
Nota: Con esta declaración se también ajustarán todos los pagos a cuenta que hayan sido registrados a lo largo del año en otras transacciones relacionadas.

Gastos Deducibles

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Mediante los gastos deducibles, puedes obtener una gran cantidad de descuentos en tus impuestos. Esto implica que cualquier cantidad que puedas obtener es un ahorro en tus tributos. No obstante, hay dos asuntos que debemos tener un cuenta:
En primer lugar, para deducir un gasto, debe estar estrictamente conectado con tu actividad como autónomo. Esto significa que únicamente se puede añadir dinero que has empleado para generar tus ganancias como trabajador por cuenta ajena. La parte esencial aquí sería justificarlas adecuadamente.
En segundo lugar, cada situación es singular y debe ser considerada con cuidado. Después estudiaremos un grupo de ejemplos generales de los que puedes hacer uso. Aún así, siempre deberá examinarse el asunto particular y comprobar:

Si trabajas de forma independiente desde casa, puedes descontar el 30% de los gastos de suministros asociados a tu trabajo. Estamos hablando de tus facturas mensuales de luz, gas, teléfono, Internet y/o electricidad.
No obstante, este 30% solo es aplicable a la parte proporcional de las recibos relacionados con tu trabajo. En esta situación deberás especificar hasta qué grado tu domicilio se dedica a tu actividad diaria.
Por ejemplo, digamos que destinas uno de los cuartos de tu morada para convertirlo en tu oficina. Lo que deberás escribir en el modelo 037 es qué porcentaje del conjunto del hogar ocupa dicho cuarto, en metros cuadrados.
Supongamos que es un 25% del total de la casa. Por ende, puedes descontar el 30% de la boleta mensual de servicios que correspondan a esa habitación, siendo el 25% del total del inmueble.
Si la recibo de electricidad fuera de 100 euros por mes, podrías descontar 100 euros x 25% x 30% = 7,5 euros que puedes restar del pago del impuesto.

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