Adquirir electrodomésticos de segunda mano es una alternativa que se proponen muchos usuarios, singularmente tras los años de la crisis. Pero se trata de una solución que puede salir cara a pesar de que supuestamente es más asequible. Ahora examinamos unos aspectos fundamentales a la hora adquirir un electrodoméstico. La balanza entre nuevo o bien de segunda mano no deja sitio a las dudas, ¿lo quieres revisar?

Dinero a pagar por el usuario

Si bien se podría pensar que los costos de venta son más bajos en el mercado de los electrodomesticos de segunda mano, la verdad es que gracias a Internet los costes de los aparatos nuevos asimismo han disminuido sensiblemente, debido sobre todo al ahorro de costos. Así mismo hay que contabilizar los gastos de las ocasionales reparaciones. Y, como es lógico, la confiabilidad de un modelo de segunda mano siempre y en toda circunstancia es menor.

Posibilidades de los electrodomésticos de segunda mano y de los nuevos

Evidentemente, un mismo modelo va a darnos exactamente las mismas posibilidades con independencia de si es nuevo o bien de segunda mano. Pero a nivel general, los modelos que se pueden localizar en el mercado de segunda mano son sensiblemente más viejos y eso afecta a posibilidades inferiores, así sea en lo que se refiere a funcionalidades o bien en lo que se refiere a eficacia energética. En cambio, los modelos nuevos incorporan los últimos avances y cuentan con una certificación energética en general más eficaz, haz clic en este link.

La garantía: un punto clave

Uno de los puntos clave que más preocupa a los usuarios es la garantía. En los modelos nuevos, el vendedor debe ofrecer por lo menos un par de años de garantía. En cambio, en los modelos de segunda mano, no siempre y en toda circunstancia es de esta manera. Muchos vendedores se acogen al mínimo que deja la ley en estos casos, que es 1 año. Además de esto, si la venta de segunda mano se efectúa entre particulares, la normativa que regula la garantía no son las leyes de consumo, sino más bien el Código Civil. Y conforme este, el plazo máximo que tiene el comprador para asistir a los tribunales por cualquier desperfecto escondido es de seis meses.

 

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